martes, 16 de marzo de 2010

Poderes fácticos han impedido el crecimiento del país, coinciden Cofeco y politóloga

Guillermo Ríos / El Sol de México
Ciudad de México.- El presidente de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofeco), Eduardo Pérez Mota, y la politóloga Denise Dresser, advirtieron que en México los poderes fácticos han impedido el crecimiento del país, y dijeron que si no existe competencia en áreas como telecomunicaciones, servicios financieros, alimentos y energía, el país no crecerá.

Al participar en la Convención Nacional de Consumidores: una convención contra los monopolios, el titular de la Cofeco manifestó que si queremos que el país crezca y se generen los empleos que necesitamos; si queremos atraer inversión y si queremos luchar contra la pobreza, lo mejor que podemos hacer es promover mercados en los que la regla sea la competencia.

Ante integrantes de diversas organizaciones de consumidores del país, Pérez Mota dejó en claro que una política de competencia debe residir básicamente en dos elementos. Por un lado, una mejor ley de competencia que le dé "más dientes" al regulador y con ello tenga más fuerza, "porque no queremos estar poniendo multas, lo que queremos es que las empresas piensen dos veces antes de realizar estas prácticas".

Y es que momentos antes, Denise Dresser dijo que ser consumidor en México es ser una persona sin voz, sin alternativa, sin protección, es ser un hombre invisible o una mujer sin rostro.

Refirió que sólo en nuestro país sucede que una persona paga mes tras mes tarjetas telefónicas más caras, o un estudiante paga mes tras mes una cuenta de internet superior a la de sus contrapartes en Estados Unidos.

Es formar parte, añadió, de ese grupo cada vez más grande de expoliados que son víctimas de una economía en la que tres bancos dominan los servicios financieros y dos empresas controlan los canales de televisión abierta.

Pero, por si fuera poco, sólo en México dos grupos empresariales controlan la distribución de gas LP; dos, el mercado de cementos; una, dos tercios de la producción de harina de maíz; tres, la producción de pollo y huevo; dos, el 80 por ciento del mercado de la leche; dos, el mercado de refrescos, jugos y agua envasados, y sólo una, la producción de pan industrializado, explicó la especialista y académica del ITAM.

Por su parte, Eduardo Pérez Mota, conocido como el "zar" antimonopolio, indicó que el diagnóstico en México en materia de política de mercados y de competencia es triste y mediocre, porque el país no está creciendo. "El país tiene una distribución del ingreso cada vez más desigual y en el país hay cada vez menos competencia", declaró.

Expuso que la vida diaria de un mexicano es terrible porque todo el tiempo está transfiriendo de su bolsillo dinero y rentas a empresas que no están compitiendo, en la mayoría de los casos con la intensidad que todos quisiéramos.

Y citó como ejemplos el mercado de los refrescos, los medicamentos con poca entrada de los genéricos y en donde los médicos deberían estar obligados a recetarnos los principios activos, no medicinas de patente o que son mucho más caras y que son tan buenas, son similares como muchos genéricos que ya han sido autorizados, analizados por la Secretaría de Salud.

En el caso de los alimentos, añadió, también vemos poca competencia, al igual que en el caso de la tortilla, la cerveza, las telecomunicaciones, los transportes en todas sus modalidades, los servicios financieros y en energía.

Finalmente, refirió que la vida diaria de un mexicano es transferir todo el tiempo parte de sus ingresos a empresas que nos están vendiendo con calidades que no son las mejores a precios que normalmente son mucho más altos de los que están adquiriendo esos productos los consumidores en otros países.

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