martes, 16 de marzo de 2010

Primera Convención de Consumidores

El sábado 13 de marzo se realizó la Primera Convención Nacional de Consumidores, lo que representó un hito en la historia de nuestro país. Oxfam México, El Poder del Consumidor, El Barzón y Alconsumidor logramos convocar a representaciones de Chihuahua, Campeche, Distrito Federal, Hidalgo, Estado de México, Jalisco, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Tlaxcala, Quintana Roo, Querétaro, Tabasco, Sonora, Veracruz, San Luis Potosí, Yucatán y Zacatecas.

Durante el inicio de los trabajos, la Dra. Denise Dresser describió el contexto de nuestra lucha: ser Consumidor en México es ser un hombre invisible, sin voz, sin alternativa, es ser un exiliado, víctima de la economía oligopólica que prevalece en el país y que debilita la esperanza en el mercado. México está repleto de monopolios producto del capitalismo de Estado y capitalismo oligárquico, empresas privilegiadas que operan sin la regulación necesaria o inexistente, insistió.

En este contexto, quienes participaron compartieron experiencias, problemáticas, así como propuestas que permitan terminar con “el capitalismo de cuates que tanto daño ha causado a nuestro país”


Lee más en Oxfam México

Poderes fácticos han impedido el crecimiento del país, coinciden Cofeco y politóloga

Guillermo Ríos / El Sol de México
Ciudad de México.- El presidente de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofeco), Eduardo Pérez Mota, y la politóloga Denise Dresser, advirtieron que en México los poderes fácticos han impedido el crecimiento del país, y dijeron que si no existe competencia en áreas como telecomunicaciones, servicios financieros, alimentos y energía, el país no crecerá.

Al participar en la Convención Nacional de Consumidores: una convención contra los monopolios, el titular de la Cofeco manifestó que si queremos que el país crezca y se generen los empleos que necesitamos; si queremos atraer inversión y si queremos luchar contra la pobreza, lo mejor que podemos hacer es promover mercados en los que la regla sea la competencia.

Ante integrantes de diversas organizaciones de consumidores del país, Pérez Mota dejó en claro que una política de competencia debe residir básicamente en dos elementos. Por un lado, una mejor ley de competencia que le dé "más dientes" al regulador y con ello tenga más fuerza, "porque no queremos estar poniendo multas, lo que queremos es que las empresas piensen dos veces antes de realizar estas prácticas".

Y es que momentos antes, Denise Dresser dijo que ser consumidor en México es ser una persona sin voz, sin alternativa, sin protección, es ser un hombre invisible o una mujer sin rostro.

Refirió que sólo en nuestro país sucede que una persona paga mes tras mes tarjetas telefónicas más caras, o un estudiante paga mes tras mes una cuenta de internet superior a la de sus contrapartes en Estados Unidos.

Es formar parte, añadió, de ese grupo cada vez más grande de expoliados que son víctimas de una economía en la que tres bancos dominan los servicios financieros y dos empresas controlan los canales de televisión abierta.

Pero, por si fuera poco, sólo en México dos grupos empresariales controlan la distribución de gas LP; dos, el mercado de cementos; una, dos tercios de la producción de harina de maíz; tres, la producción de pollo y huevo; dos, el 80 por ciento del mercado de la leche; dos, el mercado de refrescos, jugos y agua envasados, y sólo una, la producción de pan industrializado, explicó la especialista y académica del ITAM.

Por su parte, Eduardo Pérez Mota, conocido como el "zar" antimonopolio, indicó que el diagnóstico en México en materia de política de mercados y de competencia es triste y mediocre, porque el país no está creciendo. "El país tiene una distribución del ingreso cada vez más desigual y en el país hay cada vez menos competencia", declaró.

Expuso que la vida diaria de un mexicano es terrible porque todo el tiempo está transfiriendo de su bolsillo dinero y rentas a empresas que no están compitiendo, en la mayoría de los casos con la intensidad que todos quisiéramos.

Y citó como ejemplos el mercado de los refrescos, los medicamentos con poca entrada de los genéricos y en donde los médicos deberían estar obligados a recetarnos los principios activos, no medicinas de patente o que son mucho más caras y que son tan buenas, son similares como muchos genéricos que ya han sido autorizados, analizados por la Secretaría de Salud.

En el caso de los alimentos, añadió, también vemos poca competencia, al igual que en el caso de la tortilla, la cerveza, las telecomunicaciones, los transportes en todas sus modalidades, los servicios financieros y en energía.

Finalmente, refirió que la vida diaria de un mexicano es transferir todo el tiempo parte de sus ingresos a empresas que nos están vendiendo con calidades que no son las mejores a precios que normalmente son mucho más altos de los que están adquiriendo esos productos los consumidores en otros países.

Pide Oxfam a SAT lista de exentos fiscales

Adriana Alatorre

Carlos Zarco, director ejecutivo de la organización Oxfam-México demandó al Sistema de Administración Tributaria (SAT) hacer pública la lista de las empresas beneficiadas con la devolución de la retención de impuestos.

El activista señaló que la propuesta de transparentar a cuánto ascienden los recursos que se les devuelve y quiénes reciben el privilegio fiscal se debe a que muchos de los casos, aseveró, son excesivos y abusivos.

"La hipótesis es que se las dieron a las grandes empresas. Para enmascarar las cosas, (los monopolios) pagan impuestos, pero presentan exenciones, reducciones, reclamos o se amparan, y se les devuelven miles de millones, que es la lista que queremos que se haga pública", planteó en entrevista en el marco de la Convención Nacional deConsumidores, que se realizó este sábado.

Zarco recordó que a pesar de que el Presidente Felipe Calderón reconoció que los privilegios de exención de impuestos de las grandes empresas deberían cambiar, la situación sigue igual.

"No ha cambiado nada porque el poder de las empresas es notorio y grande", lamentó.

El activista explicó que existen dos vías en que se le escapa el dinero al Gobierno, una es que hay grandes empresas que llegan a pagar 500 o 600 pesos de ISR, que es "escandaloso" y la otra son las devoluciones.

"No es gratis que en este país las empresas, los bancos, ganan entre 30 o 40 por ciento más de lo que ganan en cualquier otro país y no es gratis que a pesar de la crisis económica, los monopolios fueron los únicos que ganaron", reprochó.

Reiteró que la economía mexicana no crece porque está monopolizada.

Es una práctica, dijo, que "secuestra" a las instituciones, se apodera de los estados a través del cabildeo y lesiona la vida cotidiana de los ciudadanos.

"Una alternativa es impulsar la organización de los consumidores y aunque este ejercicio no ha crecido en nuestro país, ya se creó el Movimiento Nacional de Consumidores", sostuvo.

Zarco destacó la necesidad de ajustar los procedimientos y mecanismos institucionales para dotar de amplias atribuciones a los organismos reguladores para que ejerzan estricta vigilancia y que eviten las prácticas monopólicas.

"Evitar que las prácticas monopólicas sigan abusando de los consumidores, es el principal objetivo que la sociedad y el Gobierno debería conseguir", recordó.

Explicó que al controlar la mayoría del mercado, los monopolios o concentraciones económicas se convierten en factores con un poder mayúsculo, establecen precios sin mayor regulación e impiden que otros agentes económicos entren en sus terrenos.

"Además, presionan para que se elaboren leyes que les protejan o que al menos no les perjudiquen", externó.

Así lo dijo

"Evitar que las prácticas monopólicas sigan abusando de los consumidores, es el principal objetivo que la sociedad y el gobierno debería conseguir".

"No es gratis que en este país, las empresas, los bancos, ganen entre 30 o 40 por ciento más de lo que ganan en cualquier otro país".

Carlos Zarco, Director de la organización civil Oxfam-México.

domingo, 14 de marzo de 2010

Los consorcios como Walmart no son competencia desleal para changarros: CFC

Tampoco hay indicios de que incurran en prácticas monopólicas, según asesor

Para la Comisión Federal de Competencia (CFC) no existen prácticas de competencia desleal de empresas como Walmart, Chedraui, Comercial Mexicana y otras en contra de los pequeños abarroteros, misceláneas y otros pequeños negocios.

Es más, estas cadenas comerciales tampoco han incurrido en prácticas monopólicas en cuanto a la distribución de alimentos en el país, pues las investigaciones hechas por la CFC no han encontrado ni siquiera un indicio de esto.

Así lo consideró Juan Francisco Valerio Méndez, asesor de esa dependencia de la Secretaría de Economía, quien participó en el foro "Monopolios y sus efectos en México", organizado por la Universidad Iberoamericana Puebla.

Agregó que particularmente el consorcio Walmart fue señalado por incurrir en competencia desleal y monopolio, por lo que fue investigado por la CFC sin que se encontrara elemento alguno para que se le fincaran responsabilidades.

Sin embargo, consideró que los pequeños propietarios de negocios se quejan de esta y otros supermercados por las ventas a gran escala; la gente se puede beneficiar con la adquisición de mayores cantidades de productos a precios más bajos. Además, se pueden comprar diferentes tipos de mercancías permite disminuir los costos.

"Los abarroteros y los pequeños empresarios se quejan porque nunca van a dar precios como las tiendas de autoservicio, pero el beneficio siempre es para los consumidores", afirmó.

Afirmó que la CFC tiene la encomienda de regular la eficiencia del mercado así como la protección al consumidor. Informó que no le corresponde analizar el punto de vista de los competidores: a esta dependencia no le preocupa el beneficio o perjuicio que trae consigo la instalación de un supermercado entre los micronegocios y las consecuencias de esto, afirmó.

"Con los supermercados nos beneficiamos todos los consumidores; al tener precios más bajos podemos incrementar nuestro consumo. Por eso protegemos la competencia que pueda generarse con el uso de supermercados", aseveró.

Aunque admitió que hay señalamientos en contra de los supermercados por abusos en contra de los proveedores, a los cuales les exigen bajar sus costos, hasta ahora no existen denuncias. Lo que sí ha realizado la dependencia es evitar los subsidios cruzados, es decir, evitar que un producto que está en oferta sea recuperado su valor al elevar el precio de otras mercancías.

Aseveró que es a la Secretaría de Economía a la que le compete regular a las pequeñas y medianas empresas, así como de crear empleos e impulsar la economía.

Se puede instalar un Soriana enfrente de un Aurerrá, porque no se pueden segmentar los mercados; es decir, se está evitando la existencia de acuerdos para que un supermercado se instale en la zona donde ya existe otro. Eso es una práctica monopólica sancionada por la ley, indicó.

"Se puede instalar un Oxxo o un mini supermercado frente a un changarrito (sic) o una miscelánea, pero si la gente decide entrar al Oxxo es por una razón: les van a dar precios más bajos. Si tu o yo vemos que el pan Bimbo está más barato que en la tiendita de enfrente, muy probablemente vamos a ir ahí. Así se vigoriza la eficiencia del mercado y ahí es precisamente donde entramos nosotros, en salvaguardar esa eficiencia", afirmó Valerio Méndez.

Indicó que la CFC está en contra de los reglamentos que impiden la instalación de negocios a cierta distancia de otros, como en el caso de las gasolineras, pues eso crea que los consumidores gasten más.

Antes de una reforma política debe existir una reforma de medios,

La relación estrecha entre el poder económico y el político, el principal obstáculo, para lograrla, asegura Hernández García Cano.
"El debate de la leyes energéticas, un ejemplo de la manipulación informativa"

La reforma política en México no puede existir si antes no se realiza una reforma a los medios de comunicación en el país, ya que en estos espacios es donde se realizan los debates de los temas públicos de la agenda nacional.

Así lo señaló, ayer, Rafael Hernández García Cano, presidente del capítulo Puebla de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), durante el foro sobre monopolios y medios de comunicación organizado por la Universidad Iberoamericana.

Agregó que el debate sobre la reforma petrolera en 2008 fue un ejemplo de esa necesidad de reformarlos, pues se pudo observar el control y la manipulación de los medios masivos sobre la información: sólo tuvieron acceso a las discusiones quienes contaron con televisión de paga, y en las transmisiones se observó lo que convenía a los intereses de los grupos de poder.

El académico consideró que un primer paso es que la Constitución mexicana contenga una referencia a los medios electrónicos de comunicación en los artículos sexto y séptimo, en los que se abordan las libertades de expresión y de imprenta, respectivamente.

La Constitución sólo menciona a la prensa escrita, pero en la actualidad la prensa también abarca a la electrónica; una vez incluida a la radio y la televisión, se tiene que trabajar en una ley general de comunicación social para todo el país, pues no puede existir una ley de radio y televisión, por un lado, y por separado una ley de telecomunicaciones, subrayó.

Esta necesidad de tener una ley unitaria y su respectivo reglamento daría certidumbre ante la convergencia digital que vive el país, ya que actualmente se permite la transmisión de radio, televisión e internet a través de una misma frecuencia eléctrica, agregó.

En ese sentido, el también académico destacó que no se puede hablar de una reforma política si antes no se abre el espacio democrático para discutirla, pues al igual que en la reforma petrolera, habrá muchos ni siquiera podrán enterarse y menos participar en las mesas de trabajo.

En entrevista con La Jornada de Oriente, Hernández García Cano reconoció que realizar una reforma de medios de comunicación en el país es sumamente difícil debido a la estrecha relación que existe entre el poder económico de los monopolios mediáticos con el poder político. Puso como ejemplo la presencia de la hija del propietario de Tv Azteca, Ricardo Salinas Pliego, como diputada federal por el Partido Verde Ecologista.

Aseguró que definitivamente no podrá ser posible una reforma de medios tal cual como la está proponiendo esta organización, pero destacó que es posible ir ganando algunos espacios para la discusión de este tema aprovechando la coyuntura que existe entre la relación de los propios medios, como la ruptura del "pacto de no agresión" entre Televisa y Tv Azteca, el interés de Televisa por la empresa de radiocomunicación Nextel, el afán de Telmex por obtener canales de televisión y otros.

"En esta fricción de intereses económicos es posible levantar la mano para señalar que primero es la reforma de medios antes de la reforma política, pero es necesario que los senadores y diputados atiendan la solicitud de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se legisle en este tema, y no se ha hecho", sostuvo Hernández García Cano.

Monopolios de México detienen la economía: UIA

Expertos exigen el cambio de las reglas de competencia; empresas aumentan precios hasta 35%

Expertos coincidieron al señalar que la organización de consumidores para impulsar y exigir nuevas reglas de competencia en nuestro país, es la forma en que se logrará terminar con las prácticas monopólicas de empresas que han frenado la economía nacional y que aumentan hasta en un 35 por ciento los precios de los productos de consumo básico, como leche y huevo.

Lo anterior se dijo durante la inauguración del foro "Monopolios y acciones colectivas en México" que se realizó en el Auditorio Manuel Acévez de la Universidad Iberoamericana (UIA) Puebla y que concluye este miércoles.

Al inaugurar el foro, Juan Luis Hernández Avendaño, director general académico de la UIA Puebla, dijo que nuestra economía es poco competitiva debido a los monopolios. "En nuestro país tenemos una economía monopólica, pues es dramático pagar por un servicio de celulares o telefonía fija hasta tres veces más que en otros países, a pesar de que es la misma empresa la que provee el servicio; lo mismo ocurre con la industria del cemento y otros productos. La economía no puede tener una estructura monopólica, porque alienta dos aspectos que en la UIA queremos acotar: la concentración de riqueza en pocas manos y la exclusión."

Dijo que la única alternativa es el ejercicio de la ciudadanía: "necesitamos consumidores organizados para impulsar las nuevas reglas de competencia; es cierto que en nuestro país hay cada vez más posibilidades de organización y presión frente a empresas monopólicas, pero también es cierto que estamos basados en instituciones con poca capacidad de poner un control y límites", finalizó Hernández.

Caeran en pobreza este año 8 millones de personas: El Barzón.

Jaime Zambrano.
Milenio Puebla.

Urge Alfonso Ramírez al Congreso a combatir prácticas monopólicas

El líder nacional de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar, estimó que al menos ocho millones de personas caerán en situación de pobreza durante este año, y propuso penas de entre dos y cinco años de cárcel, así como multas equivalentes a 30 por ciento de las ventas totales anuales de las empresas que incurran en prácticas monopólicas.

Durante el foro "Monopolios y acciones colectivas" organizado en la Universidad Iberoamericana, la organización Consumidores, que agrupa a asociaciones como El Barzón y Oxfam de México, Ramírez Cuéllar exigió al Congreso que otorgue mayores facultades a los organismos de regulación, con el objeto de elevar la competencia y combatir de manera efectiva las prácticas monopólicas que están generando un mayor número de pobres.

Ramírez Cuéllar expresó que mientras 8 millones de personas caerán en situación de pobreza este año, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), las empresas dominantes en el mercado de alimentos obtuvieron utilidades superiores a las que registraron el año previo.

Explicó que según cifras de la Bolsa Mexicana de Valores, al cierre del año pasado siete de las empresas más importantes en el mercado de alimentos nacional, entre ellas Bachoco, Bimbo y Coca-Cola Femsa, obtuvieron utilidades 74 por ciento mayores a las que lograron en 2008.

Ramírez Cuéllar sostuvo que las empresas que no tienen competidores incurren en sobreprecios de entre 35 y 40 por ciento, lo cual tiene un impacto mayor sobre la población de menores recursos.

Por su parte, el asesor de la Comisión Federal de Competencia, Juan Francisco Valerio Méndez, aseguró que la crisis económica que vive el país se debe a la falta de competitividad, ya que las leyes permiten la existencia de monopolios.

sábado, 13 de marzo de 2010

Prácticas monopólicas pueden terminar con la participación ciudadana: expertos.

Puebla, Puebla.- Expertos coincidieron al señalar que la organización de consumidores para impulsar y exigir nuevas reglas de competencia en nuestro país es la forma en la que se logrará terminar con las prácticas monopólicas de empresas que han frenado la economía nacional, y que aumentan hasta en un 35 por ciento los precios de los productos de consumo básico como leche y huevo.

Lo anterior se dijo durante la inauguración del foro "Monopolios y acciones colectivas en México" que se realizó en el Auditorio Manuel Acévez de la Universidad Iberoamericana (UIA) Puebla y que concluye este miércoles.

Al inaugurar el foro, el Mtro. Juan Luis Hernández Avendaño, director General Académico de la UIA Puebla, dijo que nuestra economía es poco competitiva debido a los monopolios. "En nuestro país tenemos una economía monopólica, pues es dramático pagar por un servicio de celulares o telefonía fija hasta tres veces más que otros países, a pesar de que es la misma empresa la que provee el servicio, lo mismo ocurre con la industria del cemento y otros productos. La economía no puede tener una estructura monopólica porque alienta dos aspectos que en la Universidad Iberoamericana queremos acotar: la concentración de riqueza en pocas manos y la exclusión", enfatizó.

El directivo de la UIA Puebla dijo que la única alternativa ante este problema es el ejercicio de la ciudadanía: "necesitamos consumidores organizados para impulsar las nuevas reglas de competencia en México; es cierto que en nuestro país hay cada vez más posibilidades de organización y presión frente a empresas monopólicas, pero también es cierto que estamos basados en instituciones con poca capacidad de poner un control y limites", finalizó el Mtro. Hernández Avendaño.

La primera mesa de trabajo del foro se denominó "Monopolios en México", en ella participó Carlos Zarco, director de la fundación Oxfarm-México, quien reiteró que la economía mexicana no crece porque está monopolizada; además de que esta práctica también "secuestra" a las instituciones, se apodera de los estados a través del cabildeo y lesiona la vida cotidiana de los ciudadanos. Agregó que una alternativa es impulsar la organización de los consumidores y aunque este ejercicio no ha crecido en nuestro país ya se creó el Movimiento Nacional de Consumidores.

En su oportunidad, el Lic. Juan Francisco Valerio Méndez, asesor del presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), recordó que existen dos tipos de prácticas monopólicas: las relativas y las absolutas; la primera es la que realiza una empresa grande para desplazar a sus competidores del mercado, y la segunda se refiere a la unión de varias empresas para subir los precios o segmentar los mercados. Informó que México ocupa el lugar 60 de 134 en términos de competitividad.

Por último, Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente nacional de El Barzón e integrante del Movimiento Nacional de Consumidores, explicó cuáles son las acciones que se están impulsando en el Congreso de la Unión para modificar la Ley Federal de Competencia, que es la que regula la investigación y sanciones a prácticas monopólicas. El primer punto es modificar las sanciones que se ponen actualmente para aplicarlas en función de las utilidades y/o las ventas de la empresa, pues sólo se imponen multas económicas de casi 84 millones de pesos (basada en salarios mínimos) y que no representan nada comparado con las ganancias que obtienen las empresas que realizan esta práctica. Además, se sabe que sólo el 14 por ciento de las sanciones son pagadas, el resto está en litigio.

Ramírez Cuéllar dijo que otra acción que se está impulsando es que se ejerza una sanción penal, pues nunca se ha aplicado; también se busca la posibilidad de establecer medidas precautorias porque la CFC realiza investigaciones de oficio cuando detecta algún problema o a petición de parte y puede durar años, mientras la empresa puede seguir con sus prácticas monopólicas; proponen asimismo que la CFC tenga posibilidades de hacer visitas sorpresa y de este modo no dar tiempo de modificar las irregularidades en las empresas; y finalmente, se está impulsando que la CFC tenga autonomía institucional, como el IFE o la CNDH. "Para nosotros es fundamental realizar estos cambios legislativos de tal manera que México pueda tener una economía en donde exista mayor oportunidad de competencia como ocurre en otros países", concluyó.

Exigen Oxfam México terminar con monopolios que se apoderaron del país



El director de la organización humanitaria Oxfam México, Carlos Zarco, explicó que los monopolios son los que se encargan de designar los precios de los productos y servicios en el país, conducen la economía y hasta el momento ninguna ley fomenta la competitividad

En el marco del foro Monopolios y sus acciones en México realizado en la Universidad Iberoamericana Puebla, Carlos Zarco señaló que firmas como Televisa, TV Azteca, Bimbo y otros monopolios son dueños del país y sus decisiones impactan directamente en los bolsillos de los mexicanos.

Por su parte, el asesor de la Comisión Federal de Competencia, Juan Francisco Valerio Méndez, aseguró que la crisis económica que vive el país se debe a la falta de competitividad ya que las leyes permiten la existencia de monopolios.

"En materia de competitividad México ocupa actualmente el lugar 60 por parte de de la Asociación de Competitividad Global; mientras que en el Banco Mundial coloa a nuestro país en el lugar 56 y todo indica que seguirá bajando de posiciones", apuntó Valerio Méndez.

viernes, 12 de marzo de 2010

Por el derecho a decidir

Celine Armenta.
Académica.
Universidad Iberoamericana de Puebla.

El movimiento por el derecho a la interrupción del embarazo y en repudio a las legislaciones que en 18 estados del país, incluido Puebla, han equiparado el aborto al homicidio, tiene una consigna contundente: Decidir no es un delito; decidir es un derecho.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, hemos gritado tal consigna con rabia y urgencia, demandando la liberación inmediata de cuantas mujeres han sido apresadas por abortar y exigiendo un alto definitivo a la criminalización de quienes ejercen un derecho que creíamos ya conquistado al menos parcialmente: el derecho a decidir.

Y hoy caigo en cuenta de que decidir no es un derecho entre muchos otros. Decidir sobre el propio cuerpo es el derecho por excelencia. Sin poder decidir, el universo de los derechos queda clausurado.

Pero el panorama no es halagüeño: ni el peso de los argumentos, ni el sentido común, ni los marcos legislativos, ni la congruencia con nuestra historia, ni el sentido del ridículo han detenido a legisladores de la mayoría de las entidades del país, para cocinar al vapor leyes que claramente responden a agendas externas a nuestro México, a nuestro supuesto estado laico, a nuestros sueños de democracia.

El día internacional de las mujeres nuevamente nos recuerda que aunque los avances hacia la equidad son reales, son demasiado lentos y no alcanzan ni todos los ámbitos ni a todas las mujeres. En temas cruciales, como el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo y a interrumpir un embarazo, los retrocesos son alarmantes.

Durante noventa y nueve años, cada marzo se ha conmemorado la lucha de las mujeres por la justicia; y no vemos cercano el día en que esta conmemoración se refiera a un hecho histórico, a algo consumado. Año tras año el camino por delante se ve más complejo y desafiante. La violencia machista, la discriminación y la marginación prevalecen y en diversos espacios parecen refinarse, enseñorearse.

Para añadir insulto a la injuria, cada año la insulsez, la cursilería y el comercialismo roban sentido a la conmemoración del 8 de marzo; nuestra digna rabia queda ahogada por una avalancha de mensajes anodinos, merced a los cuales las conciencias de muchas y muchos, ¿de la mayoría?, quedan no sólo tranquilas sino extáticas porque felicitaron a las mujeres de su vida; porque exaltaron las virtudes innatas de las mujeres, entre ellas la abominable abnegación, el sacrificio, y demás pruebas fehacientes de que el camino por recorrer es largo y pedregoso.

Tan pesimista constatación anual me obliga a reconocer que debemos cambiar estrategias. Por razones inherentes a nuestra convicción de que la libertad de elegir no debe ser saboteada, quienes enarbolamos banderas de libre elección y librepensamiento nos hemos dejado comer el mandado por quienes optan por la sujeción y la obediencia y por perpetuar un infantilismo social en el que el miedo suple a la razón. Con agresividad y eficacia, las fuerzas conservadoras se han abocado a lavar cerebros de niños y más aún de niñas. Así, quienes buscan cancelar nuestros derechos y hacer de una agenda religiosa la agenda del estado laico mantienen campañas mucho más teñidas de negrura, exageraciones y engaños que las campañas negras de los periodos electorales.

Al momento de exigir derechos, la primera sordina se encuentra en las conciencias de niñas y jovencitas eficazmente secuestradas por miedos que rayan en terrores, y por lo que yo juzgo como criminales exaltaciones de falsos valores como la tan mentada resignación, la maternidad a ultranza, el anteponer el bienestar de otros al propio, y una retahíla de similares sandeces.

Quienes nos desgañitamos exigiendo el derecho a decidir debemos cambiar de estrategia, o al menos debemos incluir otras estrategias: hay que educar para la libertad, para la responsabilidad, para la asertividad, para el gozo y para elegir. Hay que educar. Ahí está la clave. Si nos concentramos sólo en tratar de revertir las legislaciones, lo cual es ciertamente indispensable y urgente, no ganaremos para todas y todos la libertad y el universo de derechos que cada día parecen alejarse más.

Necesitamos lo que existe en otras latitudes, incluyendo en ellas al cada vez más lejano Distrito Federal existe: un currículum para la libertad y para la toma de decisiones bien informada. Educar, educar, educar. Porque para ejercer el derecho a decidir se requiere no sólo un marco legislativo decente, sino una conciencia libre y educada.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

Competencias en educación ¿De lo simple a lo complejo?


Maestro David Fernández Dávalos.
Rector.
Universidad Iberoamericana de Puebla.

El tema de las competencias en Educación está sin duda en el centro del debate y de los cambios educativos en nuestros días, no solamente en nuestro país sino a nivel internacional.

Si se mira la influencia que está teniendo este enfoque en todos los niveles educativos, se puede afirmar sin duda que puede constituirse en un nuevo paradigma pedagógico. Sin embargo, como sucede con todo lo nuevo, cabría preguntarse si la introducción de las competencias en el mundo escolar y universitario implicará un cambio real de fondo en los procesos de enseñanza-aprendizaje o si estamos frente a un cambio de formas que será, como otros cambios vividos en el pasado: "más de lo mismo".

El tema, como ya se afirmaba, es polémico por naturaleza, tanto por sus orígenes como por sus múltiples posibilidades de interpretación y aún de distorsión ideológica. Es por ello que vale la pena que los actores de la educación dediquen tiempo y espacios suficientes para la discusión, el debate abierto y la construcción crítica de significados más o menos comunes sobre el qué y el cómo de las competencias.

En cuanto a los orígenes del tema, la versión más conocida habla del nacimiento y desarrollo del tema en el mundo de la empresa -como muchos otros elementos que han llegado al campo educativo- y su enfoque esencialmente técnico, puesto que en el mundo industrial se acuñó el término para establecer "normas de competencia" y "normalización de competencias" para la producción de objetos con calidad.

Sin embargo es necesario aludir a otro origen menos conocido del término, que se encuentra en la obra del lingüista estadounidense Noam Chomsky -a quien menos se puede acusar de ser tecnócrata o simpatizante del capitalismo-, que hace ya algunas décadas habló de la "competencia lingüística" como una característica compleja de los seres humanos en relación al ámbito comunicativo.

Pero independientemente de su origen, el término sin duda ha tenido y sigue teniendo en muchos ámbitos escolares y universitarios un sustento y definición teórica y metodológica muy apegadas a la llamada "tecnología educativa" e incluso se la ha señalado como una especie de "neoconductismo" por centrar la mirada del proceso educativo en "desempeños" observables -en muchos casos con pretensiones de medición- de los educandos que han desarrollado determinadas competencias.

Estas visiones propias de la indudable influencia de la visión tecnocrática imperante en la Economía, la política y la sociedad de la globalización del mercado y el consumo, son indudablemente reduccionistas, puesto que enfatizan de manera casi absoluta el desarrollo de habilidades prácticas -centradas en el "saber hacer"- y dejan fuera muchas otras dimensiones humanas y sociales del educando -"saber conocer", "saber ser", "saber convivir"- que son indispensables para hablar de una auténtica educación y trascender la mera capacitación o instrucción.

La crítica a estas interpretaciones reduccionistas de las competencias en el campo educativo, sesgada sin duda por la ideologización del tema que se ha producido por la polarización social y política que vive nuestro sistema educativo por factores internos -propios del proceso de descomposición de las estructuras educativas- y externos -la polarización política que se ha producido a partir de la elección presidencial del 2006-, ha llevado a muchos profesores, directivos y aún investigadores educativos a señalar el enfoque de competencias como si fuera un "engendro del neoliberalismo" construido para producir deliberadamente una educación de personas adaptadas ciegamente al sistema socioeconómico injusto en que vivimos y funcionales y eficientes para este sistema.

Sin embargo, una revisión a las definiciones que más han permeado el ámbito de la reflexión pedagógica, la revisión curricular, la formación docente y aún las dimensiones de gestión directiva y de políticas públicas en los últimos años, muestran que esta interpretación reduccionista no es la imperante y que la idea de competencia y la conceptualización sobre el trabajo curricular y docente con este enfoque ha experimentado una importante modificación crítica y enriquecimiento pedagógico que resulta indispensable revisar y valorar para, como decía la Dra. Benilde García en una conferencia reciente en la UIA Puebla, "tomar postura" frente al tema.

En efecto, las definiciones de competencias que se han adoptado muestran que este énfasis en desempeños lleva siempre como adjetivos los términos "reflexivo", "ético", "integral", "crítico" y contienen la idea de que una competencia no es la simple suma de "conocimientos, habilidades, actitudes, valores..." sino que son la "resultante compleja" de una articulación igualmente compleja de estos componentes. Como afirma Perrenoud: "Las competencias no son conocimientos o habilidades sino que ponen en, juego los conocimientos y las habilidades..."

Por otra parte, si se analizan las competencias definidas como deseables en el perfil del egresado que se plantea en varias de las reformas curriculares recientes en nuestro sistema educativo (la Reforma Integral de la Educación Media Superior -RIEMS-, la Reforma del modelo curricular de la Universidad Veracruzana, la "Nueva estructura curricular" de la Universidad Iberoamericana Puebla, entre otras) se puede constatar que no se dejan fuera competencias genéricas referidas a la dimensión ética, a la conciencia ecológica, al compromiso social del estudiante, cosa que desmiente la crítica de simplificación tencocrática que se sigue haciendo en muchos medios académicos y de comunicación social.

Tomando postura, coincido con la Dra. García en que la noción de competencia es un elemento "heurístico" que puede aproximarnos progresivamente a una visión más compleja del proceso de enseñanza-aprendizaje si cumplimos con determinadas condiciones en el proceso de construcción de su definición, características y traducción al diseño curricular y didáctico.

Es una noción heurística porque es una noción abierta y polisémica que lo que quiere brindar al proceso educativo es una exigencia de replanteamiento que reoriente el diseño, la instrumentación y la evaluación de los procesos curriculares y de enseñanza-aprendizaje hacia metas o intenciones de búsqueda de una formación que: se centre en el estudiante y su aprendizaje más que en el docente y en la enseñanza, busque una formación compleja que involucre la articulación de conocimientos, habilidades o conjuntos de habilidades cognitivas, afectivas, sociales, ecológicas, etc. y las actitudes y valores de los educandos en formas reflexivas, responsables y concientes de enfrentar las situaciones que la vida real les van presentando en el día a día tanto en lo académico o profesional, como en los ámbitos personal, familiar y ciudadano.

La principal condición para que el enfoque de competencias constituya realmente un paso progresivo desde una visión simple de la educación hacia una visión compleja es la actitud abierta pero simultáneamente crítica y creativa de los sujetos de la educación para que sean capaces de procesar, adaptar, resignificar y llevar a la práctica -en el diseño curricular, la planeación del aprendizaje, la instrumentación didáctica y la evaluación educativa- las competencias con una perspectiva amplia, integral y transformadora de las rutinas docentes tan arraigadas.

Cerrarse a esta perspectiva, atribuyéndole una especie de "maldad neoliberal" intrínseca, resulta sin duda, mucho más cómodo.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

miércoles, 10 de marzo de 2010

La discriminación laboral: una persistente realidad para las mujeres en México.

Valeria Scorza
Hoy, Día Internacional de la Mujer, es importante recordar que seguimos observando graves violaciones a los derechos humanos laborales de las mujeres, en particular en materia de discriminación, a pesar de que han habido algunos avances en materia de protección hacia sus derechos. 

Dicha discriminación se manifiesta de diferentes formas: la brecha salarial entre hombres y mujeres, la solicitud de requisitos físicos específicos para conseguir un empleo, su escasa participación sindical, la solicitud de examen de no gravidez para acceder a un empleo, los ascensos limitados y el permanente acoso sexual del que siguen siendo victimas en sus lugares de trabajo. 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres reciben salarios menores, sufren de un mayor desempleo y realizan actividades con mayor precariedad, en comparación con el sector varonil. Además, socialmente se les sigue responsabilizando del cuidado de los hijos y los hijas, de la atención de familiares adultos mayores e incluso de las labores domésticas, generando así la llamada doble jornada laboral.

El derecho a la no discriminación de las mujeres está reconocido tanto como en la Constitución mexicana como...

Lee más en: http://www.oxfammexico.org/node/233

Convención Nacional de Consumidores


Carlos Heredia Zubieta

2010-03-07•Al Frente

“Por los derechos del consumidor y contra los monopolios” es el lema de la Primera Convención Nacional de Consumidores que se llevará a cabo en la Ciudad de México.

A nuestro país le urge un fuerte movimiento de consumidores. Los atropellos se suceden todos los días: tasas de interés de usura y comisiones abusivas por parte de los bancos, presión de los productores de comida chatarra para que sus productos no se retiren de las cooperativas escolares; compañías de telefonía celular, televisión por cable, y banda ancha de Internet totalmente refractarias a las quejas de sus clientes.

El poder monopólico y oligopólico de estos grandes consorcios merma el poder adquisitivo de los mexicanos, agudiza la polarización económica y social e impide el crecimiento económico sostenible pues disuade a nuevos inversionistas en esos sectores.

La Comisión Federal de Competencia (Cofeco) ha sido el David que lucha contra Goliat. Es imperativo avanzar en su fortalecimiento institucional, en la actualización del marco regulador y en el incremento de las sanciones a quienes incurren en prácticas monopólicas, tal como ocurre en los países industrializados que son democracias desarrolladas. La competencia económica redistribuye el poder y empodera a los ciudadanos.

Sin embargo, los verdaderos dueños del país quieren conservar sus bastiones de privilegio, por lo que están presionando para despojar a la Cofeco de sus atribuciones hasta desmantelarla. Adicionalmente, muchos diputados olvidan su carácter de representantes populares y se comportan como voceros oficiosos y ‘correveidiles’ de los grandes consorcios.

Por ello, las cosas no van a cambiar sin la presión de los consumidores, ahorradores, usuarios de servicios públicos y contribuyentes, así como pequeñas y medianas empresas que son proveedoras de los gigantes. Es preciso avanzar en la organización de las clases populares y clases medias que se encuentran bajo asedio.

La cita es el sábado 13 de marzo de 2010 a partir de las 9:00 de la mañana en la sede de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, calle Justo Sierra #19, Centro Histórico (atrás de la Catedral Metropolitana).